Es realmente difícil —prácticamente imposible— analizar una película y después comentarla desde un punto de vista puramente objetivo. En todas las críticas artísticas siempre existe ese punto de subjetividad que da el autor y que surge de la experiencia que ha vivido él como espectador de la obra artística. Sin embargo, creo que esta vez seré lo más objetivo posible, más que en otros artículos de este tipo que haya escrito.
Y es que no he leído ningún libro de Harry Potter. No estoy familiarizado con la historia completa ni estaba esperando ansiosamente que publicaran el último libro para conocer el final. Lo único que sé del personaje, sus compañeros y aventuras, es por las siete películas que se han realizado hasta ahora, y tengo que aclarar que algunas están mejor hechas que otras.
Puesto que desconozco el material original, no puedo opinar sobre si la calidad de las películas dependen de que su libro correspondiente también fuese bueno o malo. Es algo que, sinceramente, no sé. Así que voy a hablar única y exclusivamente de la película, en este caso “Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1”, que es lo que nos interesa.
Estoy más que convencido de que para poder disfrutar de esta última película de la saga, la primera mitad del último libro, tienes que ser fan de Harry Potter o al menos conocer aspectos básicos de la historia. Si realmente quieres disfrutar de la película debes conocer todos los detalles de la saga, puesto que aparecen elementos que, para neófitos, lo único que consiguen esdesconcertar y hacer que nos perdamos. Está más que claro que David Yates ha planeado esta entrega exclusivamente para fans, que estoy seguro de que disfrutarán de ella puesto que esta vez no podrán escudarse en que el libro no está bien adaptado o que se han dejado algunos elementos importantes sin contar —si en dos horas y media no consiguen adaptar decentemente medio libro, es que algo no funciona—.
SOCIALIZE IT →